Consumir es inherente al humano occidental. Con la era tecnológica actual estamos bombardeados por informaciones constantemente, que nos hacen querer más y más. El objetivo es hacernos sentir que “no es suficiente lo que tenemos o somos” e infundirnos miedo. No se trata de una teoría conspirativa. De acuerdo a los estudios el marketing funciona de esta manera y la mayoría compra por frustración. Pero comprar en en exceso no es bueno para el medio ambiente (ni para tu bolsillo). Por ende, te daremos algunos consejos para evitar el consumismo y ayudar al planeta.
Cómo puedes evitar el consumismo y ayudar al planeta
La mayoría de nosotros suele comprar más productos de los que necesitamos. De hecho, lo más increíble es que pensamos que son “súmamente indispensables”. A veces compramos cosas que “están repetidas”. Por ejemplo, contamos con un celular que aún funciona de maravilla, pero queremos cambiarlo por el de último momento. Tenemos un ordenador que nos permite trabajar con tranquilidad, pero necesitamos el más actual. Tenemos una cuerda de brincar, pero compramos una de otro color…
Por ende es necesario distinguir lo superficial de lo esencial, para no caer en un consumismo desmedido y hacernos adictos al simple hecho de “comprar”. En primer lugar hay que tomar en cuenta que estamos bombardeados por informaciones diarias a través de las redes sociales. Somos manipulados sin que nos demos cuenta cuando muchas veces leemos informaciones que son pagadas por empresas o cuando famosos salen con objetos de última temporada.
Cuáles son las claves para evitar el consumismo desmedido
Establece un ritmo para los objetos que compres
Esto te dará un esquema a la hora de realizar tus gastos. Por ejemplo, no es necesario que compres una prenda de ropa cada mes o cada semana. Puedes hacerlo cada cuatro o seis y aprovechar al máximo todo lo que tienes (a menos que trabajes en el área de la moda o que tengas un trabajo en donde la imagen sea lo prioritario). Si estás trabajando de forma remota en tu ordenador, esta clave viene de maravilla.
El esquema no solo se aplicará a la ropa sino a todos los objetos. Por ejemplo, si eres un amante del fitness, deberás tener cuidado de no comprar todos los aparatos que venden para “perder más grasa”. Recuerda que la clave principal es comer bien y tener un déficit calórico. Si compraste un suplemento, espera a terminarlo para probar algo más. No es necesario tener más de un tipo de vitamina ni tampoco mil aparatos para cada músculo.
Lo mismo aplicará con los electrónicos. Lamentablemente, el sistema está hecho en base a la obsolescencia programada, en donde los electrónicos no duran “para siempre” por mucho que queramos. Tienen una fecha de caducidad, por mucho que los cuidemos. Sin embargo, un buen celular puede llegar a durarte hasta 5 años, dependiendo del uso que le des. Una forma de extender la vida de tus electrónicos es insertándoles tarjetas SD de memoria.
Se crítico con todo lo que lees para evitar el consumismo y ayudar al planeta
La información que llega a diario no es en todo momento verdad. De hecho, están las llamadas “fake news”, que están hechas para producir terror a quien las lee o como una broma para los incautos. También existe publicidad camuflada en forma de noticia, que se utiliza desde los tiempos de la prensa escrita y que consiste en “hacer noticia” algo que no es. Por ejemplo, un nuevo gimnasio está promocionando sus servicios y hacen un reportaje que dice que “se ha demostrado que tales y cuales máquinas son las mejores para quemar grasa”. Casualmente, estas máquinas son las que distinguen a este gimnasio de las demás marcas, conduciendo a los consumidores hacia allá.
A esta estrategia también se le llama FOMO, o miedo a estarse perdiendo de algo. Y es que como seres humanos, queremos estar en los momentos más importantes y en los descubrimientos más geniales. SER PARTE DE ALGO. Por muy solitarios que seamos, nos concebimos como seres gremiales y en esto se basa el marketing.
La austeridad puede traerte grandes beneficios
Si estás dedicado a las necesidades más básicas y ahorras o inviertes el resto de tu dinero, puedes ver mejores beneficios a la larga. Invertir en un pasaje de avión, cambiar de apartamento, comprar una casa o abrir un negocio. Por el contrario, las compras menores van acumulando una carga económica inútil a lo largo de los años.
Recuerda que compramos muchas veces por aburrimiento y frustración
Puede ser que cuando estás triste sales a comprar algo, o cuando no tienes más nada que hacer. Trata de adentrarte en tus propios sentimientos y evita que tu única actividad libre sea “el shopping”. Está bien que en un fin de semana salgas al mall a comprar lo que quieras, pero trata de alternar con el ejercicio en un parque, un café con amigos, una comida en casa, una velada romántica con tu pareja, leer un buen libro o compartir en la playa, por ejemplo.




